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La llegada de la micro al cerro Ramaditas

En esta fotografía se observa a pobladores de este sector de Valparaíso, que celebran la llegada de transporte público al cerro en 1980.

26 de marzo de 2010
La llegada de la micro al cerro Ramaditas

Pobladores y pobladoras celebrando la inauguración del servicio de buses.

El cerro Ramaditas de Valparaíso inició su poblamiento en la década de 1940. Desde ese momento, los vecinos se organizaron para conseguir servicios básicos, construir sus viviendas y mejorar la infraestructura de su barrio. Esta fotografía presenta a pobladores que celebran la llegada de un recorrido de locomoción colectiva que unía el cerro con otras zonas de la ciudad.

El poblamiento del sector no fue fácil para los vecinos, como señalan las vecinas Pilar Valencia y Margarita Rozas. Las primeras casas fueron construidas con material ligero y no contaban con alcantarillado, electricidad ni caminos. La urbanización del cerro Ramaditas se inició en la década de 1960, cuando estas familias junto a nuevos pobladores se organizaron para conseguir los servicios básicos.

En este proceso crearon una junta de vecinos llamada "Isabel Rocuant", en honor a la antigua dueña del terreno. A través de su organización, los habitantes del cerro lograron la instalación de electricidad en 1964 y al año siguiente la creación de un colegio de enseñanza básica. Uno de los principales desafíos que tuvieron que enfrentar los vecinos fue la instalación del alcantarillado y la pavimentación de las calles, trabajos que debieron realizar y financiar con su propio esfuerzo. El sacrificio de esta labor se refleja en el testimonio de Pilar Valencia: "Se trabajó para el alcantarillado, se trabajó para que después cada persona sacara su agua, su medidor, pero eso costó años".

Las vecinas recuerdan las dificultades con el transporte, debido a que la locomoción no llegaba al cerro y tenían que caminar por calles en las que se abrían zanjas o por sectores baldíos que en el invierno se convertían en un lodazal, Pilar Valencia recuerda: "Mi mamá decía hay que atravesar el potrero para ir a tomar la micro, (...) y de ahí había que caminar  para acá. No, si fue mucho el sacrificio, tienen que haber querido mucho el cerro los papás nuestros para quedarse acá". Recién el 19 de abril de 1980, se inauguró el recorrido de buses "Carolina" que permitió a los pobladores tener acceso al transporte público en su población.

A pesar de estas dificultades, Margarita Rozas y Pilar Valencia destacan la unidad de los vecinos en esa época, la que se reflejaba en las festividades colectivas de cumpleaños, primeras comuniones y Navidad. En la celebración de fiestas patrias se instalaban  ramadas en la ladera del cerro y se realizaban carreras de caballos, bailes y juegos como "carreras en saco, enhebrar la aguja, correr y masticar la manzana, sacar del plato de harina el dulce, correr con una cuchara y un huevo", como narra Pilar Valencia.

Sin embargo, en la actualidad, los vecinos del cerro Ramaditas han perdido su unidad y ha ganado terreno el individualismo, lo que se refleja en la escasa participación de organizaciones sociales, como juntas de vecinos, grupos de adulto mayor y clubes deportivos, según explica Margarita Rozas. Además, debido al emplazamiento del cerro, todavía se presentan problemas de infraestructura, como algunas calles que no cuentan con acceso vehicular, pavimentación o no tienen aceras ni pasamanos

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