“Memorias de la pesca artesanal de Corral” es el nombre de esta exposición que destaca experiencias de la comunidad en los trabajos costeros y la cotidianidad vinculada a esos oficios. Historias que son narradas a través de fotografías y testimonios recopilados por la Biblioteca Pública de Corral y Memorias del Siglo XX durante el año 2018.

La muestra fue inaugurada en una ceremonia que contó con la participación de pescadores artesanales y recolectoras de orilla, a quienes se les entregó un reconocimiento por dedicar su vida a esas actividades y ser un aporte al patrimonio cultural de Corral y de la región.

La encargada de la Biblioteca Pública de Corral, Perty Coronado, destacó el trabajo sostenido desde 2014 con la comunidad para poner en valor las memorias de la localidad. Señaló, además, que esta exposición fue posible gracias a la participación de las vecinas y los vecinos en los encuentros realizados el año pasado.

Durante esas conversaciones, la pesca surgió como tema principal de la vida en Corral durante el siglo XX. A partir de esa idea, las y los participantes trataron experiencias relacionadas a las condiciones de trabajo y la organización de los pescadores. Destacaron la conformación de una cooperativa y el desarrollo de un economato, formado al alero de esa agrupación, en la cual colaboraban principalmente mujeres.

A partir de esas historias, destacaron la importancia de las mujeres en las faenas de mariscadoras y recolectoras de algas, como también en la cadena productiva de la pesca, principalmente en la limpieza de los productos y su comercialización.

Otras memorias surgieron en la elaboración de una línea de tiempo que contó la historia del rubro pesquero en la localidad. En ese ejercicio, recordaron las formas de extracción utilizadas durante el siglo pasado; la abundancia de productos marinos y el apogeo del sector artesanal durante las décadas de 1970 y 1980; y “la fiebre del loco” del año 1993. 

En la actualidad, destacan la modernización tecnológica que aporta nuevos instrumentos para mejorar la comunicación y la seguridad en alta mar. Sin embargo, señalan que ese aspecto positivo es desdibujado por la ley vigente que impone exigencias y restricciones a la pesca artesanal, impulsando a los trabajadores a cambiar de oficio.