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Terremoto de 1960

Memorias de un desastre

El 22 de mayo se cumplen 51 años del terremoto que afectó a la zona sur del país y que tiene el record de ser el sismo de mayor intensidad registrado a nivel mundial.

18 de mayo de 2011
Memorias de un desastre

Calle Pudeto destruida por el terremoto. Ancud. 1960. Donada por José Caro Bahamonde.

Hoy en la memoria de muchos chilenos aún están grabados los recuerdos del sismo de 1960, debido a su magnitud y las consecuencias que todavía se pueden apreciar en la geografía y en la configuración de sus ciudades y pueblos. Jovita Soto, locataria del mercado de Puerto Montt, sólo tenía 10 años de edad cuando se produjo la catástrofe, pero recuerda que "en ese momento la tierra era como el mar, como cuando hay una marejada grande, la tierra subía y bajaba".

Juan Tripailaf, habitante de San José de la Mariquina, recuerda que junto a su familia estaba almorzando cuando se inició el movimiento, "entonces, la abuelita nos llevó para afuera, al lado de un parrón. Ahí nos hizo rezar mientras veíamos cómo se movía la casa y llorábamos abrazados y la abuelita decía capaz que sea fin del mundo y más nos asustaba", señala.

Este terremoto es el movimiento telúrico más intenso registrado por instrumentos científicos, con una magnitud de 9,5 grados en la escala de Richter. Este sismo tuvo su epicentro cerca de la ciudad de Valdivia, pero su onda expansiva se extendió sobre las provincias de Cautín, Osorno, Valdivia, Llanquihue y Chiloé. En los minutos posteriores un maremoto arrasó lo poco que quedaba en pie, con un resultado trágico de 5 mil víctimas fatales y 2 millones de damnificados.

La pescadora artesanal de Chaicura, Natividad Soto, recuerda que su bote recién había zarpado cuando de repente las algas se hundieron y el mar retrocedió. Junto a su esposo bajaron de la embarcación y corrieron hacia la costa "tratábamos de avanzar, yo tenía todos heridos mis pies ya, mis botas estaban llenas de barro y cuando llegamos al otro lado, vino la ola y se llevó todo, no dejó nada en pie", recuerda.

El terremoto destruyó la infraestructura de las ciudades, en Ancud los barrios La Arena, Pudeto y El Castillo desaparecieron bajo las aguas del canal de Chacao. Mientras que Puerto Montt "parecía una ciudad recién bombardeada, como en las películas. Había escombros por todos lados, las calles totalmente destruidas, las casas chuecas, sencillamente parecía como las películas de la Segunda Guerra Mundial", rememora Ana Lidia Barría.

La geografía de esta zona resultó profundamente alterada, transformó el curso y la desembocadura de sus ríos, cambió la configuración de sus costas, al mismo tiempo que provocó la desaparición de islas y formó otras nuevas.

En un país sísmico como Chile, los terremotos son una constante en nuestra historia y este sismo es el mayor ejemplo de esta condición. A 51 años de esta tragedia, las marcas de la catástrofe aún están presentes en las memorias de sus protagonistas, quienes recuerdan ese día como uno de los más significativos de su vida.

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