Navidad puertas afuera
Las fiestas de fin de año son un momento propicio para compartir con habitantes de nuestros barrios. Fotografías y testimonios recuerdan esos momentos de participación y celebración de Navidad y Año Nuevo.
Las fiestas de fin de año son un momento propicio para compartir con habitantes de nuestros barrios. Fotografías y testimonios recuerdan esos momentos de participación y celebración de Navidad y Año Nuevo.
El estadio Chinquihue de Puerto Montt, el Centro de Prevención del Delito en Ancud, la junta de vecinos "Samuel Rocuant" del cerro Ramaditas en Valparaíso, jardines infantiles, casas familiares y múltiples calles, son algunos de los escenarios de estas celebraciones.
Árboles adornados y pasajes y calles cerrados e iluminados para la ocasión reflejan el trabajo y la organización de quienes organizan el evento.
Celebración donde vecinas y vecinos aportan con comida y bebestibles y la calle se llena de mesas y sillas para acoger a las familias.
Así eran las fiestas de Navidad que recuerda Marcel Carrasco, vecino del barrio Yungay: "se colocaban guirnaldas en todas las calles, la gente sacaba las mesas y todo el cuento. Había integración, venía gente que era del barrio Cumming, otros que eran del lado de acá, o del lado de allá, familias que se conocían, amigos".
En este contexto festivo, el protagonismo es de las niñas y los niños. María Gana, vecina de Lo Barnechea, cuenta que cada año colabora "para Navidad, me preocupo de inscribir a todos los niños del sector para que tengan su juguete y los reparto a fin de año".
Juntas de vecinos y centros culturales también desarrollan actividades de este tipo. Náyade Zuñiga, dirigente sindical y vecina de Santiago, cuenta que en su barrio "organizábamos domingos populares, actividades siempre dirigidas a niños, nosotros teníamos un centro cultural que se llamaba "Pablo Vergara Toledo", hacíamos talleres de capacitación, pascuas populares, navidades, siempre en torno principalmente a lo infantil y a la mujer, a la mujer pobladora".
Luis Cádiz recuerda que en la población San Gregorio de Santiago "Teníamos un centro juvenil [llamado] "Galaxia", con más de 60 socios, en una población conflictiva como esa, teníamos harta gente, jóvenes que querían hacer algo por la comunidad. Nosotros nos organizábamos, arreglábamos los pasajes, para Navidad preparábamos onces para los niños chicos".